En GietGi queremos empezar este blog hablando de uno de los amuletos de la suerte por excelencia: el cuerno napolitano o, comúnmente conocido, la guindilla de la suerte.
Para conocer de dónde viene su fama, nos tenemos que ir hasta el Neolítico, en torno al año 3.500 a.C. En esa época, en el interior de las cavernas estaban expuestos los cuernos de los animales que se cazaban. Cuantos más cuernos, más era el poder que tenían los habitantes de la cueva y, por consiguiente, más prosperidad familiar.
El cuerno, por aquél entonces, se consideraba un importante símbolo de fertilidad y de suerte. Cuantos más cuernos estaban expuestos, más importante y suertuda era la familia que vivía en dicho antro.
Hoy en día, sigue vigente la creencia de que el cuerno trae fortuna. Sólo hay que darse una vuelta por Nápoles y podemos ver que este amuleto está por todas partes. Allí lo llaman “corno portafortuna”.
Lo ideal es regalarlo a alguien o que te lo regalen. La tradición nos dice que la mejor manera de hacerlo, para que la suerte se haga efectiva, es abriendo la palma de la mano izquierda del receptor y pinchando el centro de esta con la punta del cuerno. Haciéndolo de esta manera, activaremos su eficacia y, por consiguiente, su buena suerte. A partir de ahí, es aconsejable llevarlo puesto siempre, para que la suerte nos acompañe allí donde vayamos.
En GietGi tenemos los cuernos napolitanos originales, traídos directamente desde Italia. Con estos charms hemos hecho pulseras para todos los gustos, para poder llevar el amuleto siempre con nosotros. Es, sin duda, uno de los mejores regalos que se pueden hacer en estas fechas: amigos invisibles, Navidad, Reyes… para regalar fortuna a nuestros allegados.
Puede ser que no creas en estas cosas, pero como dicen los napolitanos: “ser supersticioso es de ignorantes, pero no serlo puede ser malo para ti”. Así que tú decides ;-)